Carácter urbano con deje simpático
El Pandina llega con una estética que revive la tradición Fiat: compacto, amable y con proporciones que favorecen la ciudad más que la autopista. Las cotas varían según la versión, pero la sensación general es la de un coche fácil de ver y fácil de aparcar, con alturas que aportan una postura erguida en el tráfico. La imagen no pretende ser deportiva, sino funcional y cercana, ideal para quien busca presencia sin pretensiones. La velocidad máxima homologada de entre 155 y 164 km/h deja claro que su hábitat natural es el entorno urbano y los accesos a carretera.