Diseño y presencia con personalidad
El Kona mantiene esa estética atrevida que le dio fama: líneas tensas, pasos de rueda marcados y un frontal que combina faros divididos con una parrilla sobria, todo en una carrocería compacta de alrededor de 4,35 metros. Los colores vivos y los contrastes en plástico le dan carácter sin pasarse; no pretende camuflarse entre los compactos urbanos. En la calle ofrece presencia suficiente para ser identificado al instante, y la postura elevada ayuda a sentirse al mando sin sacrificar la agilidad urbana.