Imagen de trabajo que no pasa desapercibida
La Toyota Proace Max muestra la estética de una furgoneta moderna: frontal compacto, superficie lateral limpia y proporciones que priorizan la carga antes que la coquetería. Las versiones actuales incluyen variantes diésel y eléctricas, con potencias que van desde los 120 hasta los 279 CV, longitudes L2–L4 y transmisiones manuales o automáticas, así que hay “talla” para casi cualquier uso sin listarlas en detalle. En la calle proyecta solidez más que lujo, y esa imagen comunica claramente para qué sirve: trabajo, transporte y adaptación a gremios y flotas.