Líneas que no pasan desapercibidas
El Abarth 500 mantiene la silueta compacta del citycar pero la transforma con pasos de rueda ensanchados, paragolpes contundentes y detalles que buscan la actitud deportiva; en la práctica mide 3.673 mm de largo y resulta perfecto para plazas ajustadas. Bajo la estética se encuentra una oferta que ya mezcla las versiones tradicionales 500/595/695 y una alternativa eléctrica, la 500e con batería alrededor de 42 kWh y 155 CV, una jugada clara hacia la modernización de la gama. El diseño transmite energía y hace que el coche parezca más rápido en parado de lo que suele ser en autopista, donde la velocidad máxima oficial queda en 155 km/h. Visualmente es un coche con carácter: si la intención es llamar la atención en la ciudad, lo consigue sin necesidad de adornos excesivos.