Presencia que no pasa desapercibida
El Land Rover Defender mezcla líneas cuadradas y detalles modernos para mantener el aura de icono todoterreno sin parecer un museo sobre ruedas, con longitudes que van aproximadamente de 4,3 a 5,35 m y alturas cercanas a los 1,97 m, lo que explica su postura dominante en el tráfico. La gama actual abarca desde versiones diésel MHEV y plug‑in hybrid hasta V8 y variantes de alto rendimiento, ofreciendo desde motores comedidos hasta potencias que superan los 600 CV, sin enumerar cada versión. Esa presencia implica ventajas prácticas —mejor visibilidad y capacidad de remolque— pero también obliga a aceptar huecos de aparcamiento y maniobras más largas en ciudad. Estética y funcionalidad se combinan: el diseño es resistente a la vista y pensado para el uso real, no solo para fotos en Instagram.