Diseño y presencia imponente
El Mercedes G Class mantiene su silueta cuadrada y reconocible al instante, con una altura cercana a 1,98 m y versiones largas que rozan los 4,9 m de longitud, lo que lo convierte en un vehículo que apenas pasa desapercibido en la ciudad ni en la montaña. Las proporciones angulosas, la rueda de repuesto en el portón y los remates cromados mezclan herencia militar con lujo contemporáneo, una combinación que hoy es más símbolo de estatus que de camuflaje. El peso en vacío, que puede superar los 3.000 kg en algunas variantes, refuerza esa sensación de tonelada y media sobre ruedas: transmite solidez, pero también exige respeto al maniobrar. La gama incluye variantes eléctricas EQ, versiones AMG de alto rendimiento y motorizaciones gasolina y diésel con hibridación suave (MHEV), por lo que la estética clásica se ofrece con diferentes temperamentos mecánicos.