Imponente sin estridencias
El Tayron tiene esa presencia típicamente Volkswagen: musculosa, sobria y sin estridencias, con líneas limpias que encajan bien en la calle y en el garaje del vecino exigente. Con una longitud de 4.792 mm y una silueta alta pero proporcionada, no pretende llamar la atención de forma atrevida, sino transmitir solidez y aplomo. Los detalles luminosos y la parrilla amplia le dan un aire moderno sin perder la discreción que espera quien busca un SUV versátil. En conjunto, se aprecia como un producto más cercano al segmento medio-alto que al compacto urbano.