Motor y rendimiento
Potencia, par motor y aceleración dicen mucho sobre la experiencia de conducción. Aquí se ve cuál ofrece más dinamismo.
En cuanto a potencia, el Mazda CX-30 tiene una ventaja un poco: 186 HP frente a 150 HP. Eso supone un aumento de unos 36 HP CV.
En aceleración de 0 a 100 km/h, el Mazda CX-30 es apenas perceptible más rápido: completa el sprint en 8.30 s, frente a 8.40 s del SEAT Arona. Es aproximadamente 0.10 s más veloz.
En velocidad máxima, el SEAT Arona es casi imperceptible superior – alcanza 210 km/h, mientras que el Mazda CX-30 se queda en 204 km/h. La diferencia es de unos 6 km/h.
También hay diferencias en el par motor: el SEAT Arona empuja casi imperceptible con 250 Nm frente a 240 Nm. La diferencia ronda los 10 Nm.