Modelos Estrima – configurar y comparar

Diseño con personalidad de ciudad

El estilo de Estrima apuesta por lo urbano y lo funcional: formas compactas y una silueta tipo burbuja que no pasa desapercibida en calles estrechas ni plazas llenas de coches. Las dimensiones reducidas hacen que aparcar y maniobrar sea trivial, y el diseño ofrece opciones de color y acabados que lo convierten en un cochecito con carácter en lugar de un mero vehículo utilitario. La presencia en carretera es discreta pero simpática, ideal para quien busca una alternativa práctica y consciente del espacio.

Cabina sencilla y orientada al uso diario

El interior prioriza la visibilidad y la facilidad de uso: amplias lunas, asientos en posición vertical y mandos directos que evitan complicaciones tecnológicas innecesarias. Los materiales son resistentes y fáciles de limpiar, pensados para uso urbano intenso más que para lujo, con espacio para objetos cotidianos y mandos intuitivos. La ergonomía es adecuada para trayectos cortos; en viajes largos, el confort queda limitado por el tamaño y la configuración de asientos.

Espacio útil para lo esencial

El espacio interior es sorprendentemente aprovechable para dos ocupantes y algo de equipaje; el maletero y los huecos son modestos pero suficientes para la compra semanal o una mochila y un maletín. La sensación de amplitud viene dada por la buena visibilidad más que por volumen real, por lo que no espera soluciones de carga a lo SUV. Este planteamiento convierte al vehículo en una herramienta práctica para la ciudad, no en un segundo salón rodante.

Ágil en ciudad, limitado fuera de ella

La conducción se centra en el ámbito urbano: respuesta ágil, radio de giro muy contenido y una sensación de maniobrabilidad que facilita sortear tráfico y realizar aparcamientos incómodos. La velocidad máxima está pensada para vías urbanas (alrededor de 45 km/h en sus versiones orientadas a zona restringida), por lo que no es adecuado para autopistas ni recorridos a alta velocidad. La suspensión y el chasis priorizan estabilidad a baja velocidad, aportando confianza en entornos metropolitanos.

Autonomía y consumo con la ciudad en mente

Estrima ofrece un paquete eléctrico enfocado a trayectos cortos: consumo muy reducido y una autonomía urbana que suele situarse en el orden de 60–100 km según la batería y el uso, suficiente para la mayoría de desplazamientos diarios. La recarga desde una toma doméstica es práctica y suele completarse en pocas horas dependiendo del cargador y la batería instalada. En términos cotidianos, supone ahorro en combustible y facilidad para cargar en plazas privadas o en garajes residenciales.

Tecnología práctica, no sobrada

La electrónica se centra en lo esencial: instrumentación clara, conectividad básica con el móvil y opciones de asistencia sencillas como cámara de marcha atrás o sensores de aparcamiento según versión. No se busca competir en gama alta de infoentretenimiento o asistentes avanzados, sino ofrecer herramientas útiles para el día a día urbano. La seguridad incluye elementos básicos obligatorios y algunas ayudas que facilitan el uso en ciudad sin añadir complejidad innecesaria.

Para quién encaja este planteamiento

Estrima es una propuesta dirigida a residentes urbanos, flotas de reparto de última milla y conductores que necesitan un vehículo corto, económico y fácil de aparcar para desplazamientos diarios. Modelos como el Birò ilustran bien la filosofía: movilidad eléctrica compacta pensada para trayectos repetidos y entornos con limitaciones de velocidad y espacio. No es la opción para viajes largos ni para quienes exigen prestaciones deportivas, pero sí para quien prioriza practicidad, bajo coste operativo y una huella urbana reducida.