Ciudad y bolsillo
En el día a día, el duelo entre el Dacia Sandero y el Renault Captur se juega en dos terrenos distintos: economía práctica frente a confort aspiracional. El Sandero va directo al grano con una propuesta sin florituras que sabe estirar el presupuesto sin sobresaltos. El Captur, en cambio, pide un poco más de atención a la factura pero lo devuelve con detalles y sensaciones que lo sitúan un escalón por encima when buscas algo más refinado. Para quien prioriza gasto contenido, el Sandero es una tentación; para quien valora acabados, el Captur resulta más tentador.