Impacto al llegar
En la calle, el Kia Sportage se presenta con una actitud más rotunda y llamativa, mientras que el Mazda CX-5 apuesta por la elegancia discretamente esculpida; ambos llaman la atención, pero con estilos muy distintos. El habitáculo del Kia transmite modernidad y aplomo, el del Mazda ofrece una sensación más tradicional y refinada al tacto. Si te gusta provocar miradas el Sportage se nota más atrevido; si prefieres una estética sobria y cohesionada, el CX-5 encaja mejor.