MG ha resurgido como una marca que mezcla espíritu británico con ambición moderna, ofreciendo coches con diseño llamativo y soluciones prácticas pensadas para el día a día. No buscan presumir con cifras, sino ganar compradores con una propuesta de valor honesta, tecnología accesible y un toque de descaro que los hace divertidos de conducir.
MG ha ganado confianza visual en los últimos años: las formas son más europeas y menos orientadas a la estética local china, con líneas limpias y detalles llamativos que buscan destacar sin estridencias. Los eléctricos muestran proporciones propias —capó corto, batalla larga— mientras que los SUVs mantienen una postura elevada y sobria. Hay modelos que aspiran a ser iconos, desde el coupé Cyberster hasta el SUV compacto ZS, y la gama cubre desde el urbano compacto hasta berlinas y SUV urbanos.
El interior ha mejorado en materiales y ensamblaje: plástico duro donde toca, combinaciones de tela y cuero sintético en los acabados medios y elementos bien rematados en los niveles altos. Las pantallas táctiles y los mandos físicos conviven de forma práctica y la calidad percibida va creciendo según el precio, siendo el HS/EHS y el MGS5 EV los más cuidados a nivel de presentación. En modelos económicos como el MG3 hay concesiones, pero la ergonomía y la visibilidad suelen ser agradables para el uso diario.
La habitabilidad es uno de los puntos fuertes: los asientos traseros suelen ofrecer espacio suficiente para adultos en trayectos urbanos y el maletero en los compactos se mueve en torno a los 300–400 litros, mientras que las carrocerías familiares como el MG5 superan fácilmente los 450 litros, lo que facilita compras y maletas. Las versiones eléctricas conservan un buen aprovechamiento interior gracias a la arquitectura de baterías, y las soluciones prácticas —enchufes, bandejas y respaldos abatibles— son coherentes con la filosofía de coche familiar. La sensación es de vehículo pensado para cubrir necesidades reales más que para marcar tendencia en habitabilidad.
La conducción se sitúa en un punto práctico: las variantes eléctricas aportan el empuje instantáneo típico y una respuesta para incorporaciones y adelantamientos, mientras que los gasolina y los híbridos optan por un calibrado cómodo más que deportivo. Los modelos como el MG4 muestran un tarado más firme y preciso, apto para quien busca reactividad, mientras que los SUV priorizan confort y aislamiento. En líneas generales la suspensión filtra bien baches y la dirección ofrece suficiente información para el tráfico diario, con las versiones deportivas acotadas a una experiencia más estimulante sin perder estabilidad.
La oferta eléctrica se articula en baterías que, según versión, van de capacidades intermedias a grandes; en la práctica esto se traduce en autonomías WLTP que suelen situarse entre aproximadamente 250 km en las versiones más pequeñas y hasta 400–450 km en las de mayor batería. Los híbridos enchufables como variantes del HS/EHS permiten recorridos enteros en modo eléctrico para el día a día y consumos muy contenidos si se recargan a menudo, mientras que los gasolina convencionales rinden de forma eficiente en ciclo combinado, especialmente en autopista. Las cifras reales dependen siempre del uso, pero la tendencia es ofrecer alternativas para quienes buscan bajar los costes por kilómetro sin renunciar a prestaciones.
La dotación tecnológica es competitiva en su segmento: asistencias como control de crucero adaptativo, mantenimiento de carril y frenada automática están disponibles en la mayoría de la gama y se perciben fiables en condiciones normales. Las pantallas centrales alcanzan tamaños de 10 a 12 pulgadas según modelo, con conectividad para smartphone y actualizaciones OTA en algunas versiones, lo que facilita mantener el sistema al día. El equilibrio entre botones físicos y pantalla táctil está pensado para minimizar distracciones y ofrecer acceso rápido a las funciones más usadas.
MG se posiciona como una marca de valor: atractiva para quien busca equipamiento, garantía amplia (en muchos mercados hasta 7 años) y una oferta electrificada accesible sin pagar primas de lujo. Es una opción sensata para familias jóvenes, conductores urbanos que quieren dar el salto al eléctrico y compradores que buscan diseño distintivo sin complicaciones tecnológicas. La gama cubre desde el práctico MG3 y el MG4 eléctrico hasta modelos más grandes como el Marvel R o el MGS5 EV, dejando claro que la marca quiere atender tanto a usuarios urbanos como a quienes demandan mayor versatilidad y presencia en carretera.
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