Al volante: carácter y respuestas
En carretera se nota que uno llega con aires de aventurero práctico y el otro con la compostura de un coche premium pensado para la ciudad y la autopista; el tacto de la dirección y la entrega de potencia definen personalidades distintas. El Toyota RAV4 transmite seguridad y aplomo cuando se exige ritmo, mientras que el Volvo XC40 seduce por su precisión y sensación de calidad al moverlo entre curvas y tráfico urbano. Ambos inspiran confianza, pero lo hacen desde postulados distintos: uno busca sobriedad y eficiencia, el otro placer de conducción sin estridencias. Si te importa cómo responde el coche cuando lo llevas al límite del día a día, estos matices pesan mucho.